viernes, 28 de marzo de 2008

Lugares de interés de Vélez Rubio

Monumentos

Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación

Domina la geografía urbana. Levantada entre 1573 y 1768 de acuerdo a los planos de Fray Pedro de San Agustín, un monje jerónimo perteneciente al monasterio de San Pedro de La Ñora (Murcia). Sus extraordinarias dimensiones la convierten en el edificio más emblemático del paisaje urbano. El alto valor arquitectónico y escultórico de sus fachadas laterales y central refleja la grandiosidad que después veremos en el interior, con un retablo tallado realizado por Francisco Zesta (1769-1777), que quedó sin dorar. En la portada resalta el escudo de la Casa del Marqués de los Vélez y la Anunciación. Está flanqueada por dos torres cuadradas que alcanzan los 37 metros de altura, rematadas por cuerpos octogonales. El interior es de planta latina, con una gran cúpula y posee un órgano realizado por Gregorio Denoyen en 1796. Sin duda, nos encontramos ante el monumento más destacado del «Barroco Almeriense». Fue declarada Monumento Histórico Artístico con carácter nacional en 1981. Recientemente, en 1996, la iniciativa de la Revista Velezana ha puesto en la calle una magnífica monografía, con texto de las profesoras Nicolás Martínez y Torres Fernández y fotografías de Alberto Bañón, que acercan al lector de manera rigurosa y amena a sus particularidades y valores. Desde aquí la recomendamos a todos aquellos que quieran introducirse en un conocimiento más exhaustivo de la misma.

Vélez Rubio urbano

Asentado sobre una colina rodeada de vega, pronto se articuló en torno a la primitiva iglesia de San Pedro, construida en 1515, en la inmediatez de la pequeña fortaleza de El Castillico. Se genera así, durante los siglos XVI y XVII la primitiva zona cristiano-castellana, en torno a la Iglesia, el Castillico, el Concejo y el Pósito.En 1751, un terremoto dañó seriamente la construcción de San Pedro, que ante su estado ruinoso fue demolida, levantándose en su lugar la actual iglesia de la Encarnación. Palanques Ayén (1909) rememoraba así el suceso: «4 de Marzo de 1751 (...) Ocurrió entre dos y dos y media de la tarde, y fue de tal intensidad que sus efectos dejáronse sentir en casi todos los edificios de la población, muchos de los cuales quedaron en estado tan ruinoso que hubieron de ser totalmente demolidos y reedificados de nuevo. (...) Aquella tremenda sacudida geológica imprimió tan fuertes oscilaciones a la torre de la iglesia de San Pedro, que las campanas doblaron por sí solas largo rato, como si fuesen volteadas a media pino o impulsadas por una mano misteriosa, según testimonios de la época».Será durante los siglos XVIII y XIX cuando se produzca el mayor desarrollo urbano, apareciendo grandes vías, como la Carrera del Carmen, el Carril, o la Carrera de San Francisco. Lógicamente, a esta etapa corresponden los edificios y viviendas más representativos del municipio, de los que ahora reseñamos algunos.

Iglesia de Nuestra Señora del Carmen

Su posición le da nombre a uno de los ejes principales del municipio, la Carrera del Carmen. Su construcción se realiza entre 1617 y 1628. Presenta una portada barroca y un retablo de la época, aunque ha sufrido añadidos posteriores. Durante los últimos años ha permanecido apuntalada, debido a sus deficiencias estructurales, hasta que la reciente intervención de restauración realizada por la Consejería de Cultura ha permitido reponer totalmente la cubierta y consolidar la obra. Precisamente con motivo de estas obras, cuando se levantó la cubierta pude observar con sorpresa cómo la Iglesia se había realizado en el interior de un edificio que ya exístia, de planta rectangular y realizado con muros de tapial. Es decir, la iglesia del Carmen no se levantó de nueva planta, simplemente se incorporaron las bóvedas y cúpula a una estructura rectangular ya existente, cuya funcionalidad anterior desconocemos. Otros edificios singulares de carácter religioso son la iglesia de San José, antigua tercia de granos de la casa señorial adosada a la vivienda del administrador del Marqués y reconvertida en capilla hacia 1888; y la iglesia del Convento de María Inmaculada, anexa al propio convento y construida en los primeros años del siglo XVII. Destaca su torre, con resabios mudéjares. Actualmente nos encontramos con un vacío clamoroso en el lugar de su retablo barroco, puesto que éste fue desmontado en la década de los 70, conservándose algunas columnas salomónicas en una de sus naves.

Otros

En cuanto a los edificios civiles, destacaremos el Hospital Real, un edificio sólido adosado a la iglesia del Carmen, construido en 1765, de estilo barroco, con empleo del ladrillo y cajones de yeso blanco. Entre 1988 y 1991 se rehabilitó, siendo en la actualidad la sede del Museo de Arqueología «Miguel Guirao». Otro edificio singular encontramos en el barrio de El Fatín, se trata de la Almazara de aceite, probablemente la antigua tercia de la casa marquesal, construida, al igual que el anterior, con ladrillo y paños blancos. En la puerta presenta el escudo nobiliario. Actualmente sigue funcionando como almazara. Destacaremos también el Palacio de las catequistas, antes Casa del Administrador del Marqués. Su origen se remonta al siglo XVIII y, aunque ha sido sometido a algunas reformas, conserva el patio y el claustro. Por último, señalaremos el Ayuntamiento, que, construido en 1732, hoy sólo conserva de su obra original la fachada barroca, debido a una importante remodelación que ha afectado además a todo el entorno, y que ha permitido dejar exenta la iglesia.

Por otra parte, en la arquitectura doméstica velezana encontramos un patrimonio rico, que se puede agrupar a grandes rasgos en tres grupos. El de las mansiones señoriales de clara influencia barroca, construidas entre los siglos XVII-XVIII y comienzos del XIX. Las viviendas de grandes propietarios, realizadas a partir del XIX hasta el XX, y las viviendas de tipo historicista-modernista, construidas en los primeros años del siglo XX. Ante la importancia de su patrimonio, Vélez Rubio cuenta hoy día con un Plan Especial de Protección del Casco Histórico, único caso en toda la provincia almeriense. Este hecho, evidentemente, está incidiendo en la mejora reglada de todo su conjunto, posibilitando la unificación de sus construcciones, mejorando con el respeto a los entornos y recuperando unos espacios urbanos que permiten valorar adecuadamente sus particularidades. Se supera así una etapa cuyo legado más infortunado se materializó en un edificio de diez plantas de altura en las inmediaciones de la iglesia. En la Revista Velezana, publicación anual de carácter comarcal que ya cuenta con quince números, se pueden encontrar numerosos trabajos que enriquecen la visión del patrimonio arqueológico, histórico, artístico y urbano de este municipio.

Rutas

La ascensión hasta este paso natural de más de 1.000 m de altitud, deja entrever una variada vegetación donde destacan encinas y altivos chopos. Cuando alcancemos los 1.080 m, punto culminante del puerto, admitiremos un descanso en el viaje de aproximación, para disfrutar del soberbio paisaje que se abre ante nosotros. La Sierra de María, se articula sobre un territorio - en el que destacan perfectamente Vélez Rubio y Vélez Blanco, distanciados tan sólo siete km y de los cuales recoge su topónimo esta comarca -.Nos disponemos a iniciar el descenso, no sin antes contemplar los cielos, pues es habitual descubrir el vuelo de alguna águila calzada o culebrera.

Las laderas septentrionales de esta prolongación de la Sierra de las Estancias, permiten confirmar la dominancia de la encina como especie natural, en un medio en el que predomina ya el cereal, en aprovechamiento mixto con el almendro y la vid. Un breve recorrido por la futura autovía, aún inacabada, permite reconocer el fondo de este altiplano septentrional que comunica la Fosa de Baza con el Mediterráneo, en el denominado Corredor de Chirivel. Frente a nosotros, destaca sobremanera el Cerro Maimón a modo de atalaya, que se eleva casi 1.000 m sobre el primero de los Vélez, hasta alcanzar los 1.761 m.Según tomamos esa dirección, aparecen a nuestra izquierda, los restos de un antiguo complejo defensivo de época nazarí la fortaleza de Velad Al-Ahmar, sobre el Cerro del Castellón, separada del núcleo de población por el Río Chirivel. Nos encontramos ya muy cerca de Vélez Rubio que se extiende en una pequeña colina, resguardado por los imponentes contrafuertes de Sierra María.

Por esta localidad discurría la antigua calzada romana que venía de Cártago y que recuerda una importante romanización de estos lugares. Dado que el centro urbano, coincidente con la Plaza de la Encarnación y el Ayuntamiento, presenta el típico diseño árabe, de calles estrechas e intrincadas, aconsejamos al viajero que aparque su automóvil antes de adentrarse en él. Al recorrer sus calles y plazas, iremos percibiendo el carácter señorial de su caserío.Adustas mansiones señoriales con magníficas rejerías, iglesias, palacios, conventos, museos y hospitales, van creando a nuestro alrededor una atmósfera señorial y monumental.Iniciamos nuestra visita a Vélez Rubio, conociendo su iglesia mayor, la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación. Este gran conjunto religioso, visible desde cualquier punto del pueblo, fue declarado monumento nacional en 1980. Erigida entre 1753 y 1768, constituye uno de los más representativos ejemplos del barroco almeriense.

En el entorno de la misma plaza de la Encarnación, podemos encontrar algunas casas y mansiones típicamente velezanas, de los siglos XVIII y XIX, que coexisten armoniosamente con otras, más recientes, pero con idénticos signos constructivos. Si entre nuestros viajeros nos acompaña algún interesado por la arquitectura de época le referimos, a continuación, una pequeña guía para su reconocimiento, que puede completarse con la información facilitada en las oficinas municipales.

Es obligada la visita al antiguo Hospital Real, adyacente a las anteriores edificaciones. Esta magnífica construcción de la época de Carlos III, encierra un recoleto patio porticado, en torno al cual se distribuyen varias instalaciones municipales. Tras una de sus puertas se encuentra uno de los más interesantes atractivos de esta localidad: el Museo Comarcal Velezano Miguel Guirao. Aconsejamos su detenida visita, a todo el que quiera conocer más de esta asombrosa tierra. Su origen hay que buscarlo en la colección privada de este velezano interesado por la arqueología que llegó a reunir varios miles de piezas encontradas en la comarca, en toda Andalucía y hasta en tierras del Zagreb.

A lo largo de siete salas, pueden recorrerse variados aspectos como la evolución de las especies, el medio físico, la prehistoria, las colonizaciones y el mundo ibérico, la hispania romana y visigoda, el período medieval musulmán y cristiano, o la etnografía del lugar. Todos ellos de forma pedagógica y muy cuidada, que hacen agradable y atractivo su recorrido. Anímense a tomar un descanso, saboreando algunas tapas o platos de su singular gastronomía y sigamos en nuestra peregrinación hacia el final de esta misma calle, para conocer uno de los más antiguos barrios de la localidad. Aquí, en el Fatín, se ubica una antigua almazara de aceite, del siglo XVIII, que fue propiedad del Marqués de los Vélez, conservando hoy las trazas de almacén. Aproveche la ocasión para recorrer esta barriada de clara herencia musulmana, donde algunos ubican los primeros asentamientos de Vélez Rubio. Aún quedan otros elementos de interés como el Pósito, el Convento de María Inmaculada, el Palacio de los Catequistas, etc, pero como confiamos en que su atractivo le anime a volver, nosotros proponemos retomar nuestro vehículo para continuar la ruta, tras este largo preámbulo.

Información cedida por la Excma. Diputación de Almería

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